miércoles, 27 de julio de 2011

Todos confían en la ley, ¿alguien lo hará en la justicia?

La Ley Orgánica de Educación deja en manos del profesorado la decisión sobre la promoción al finalizar cada uno de los ciclos (2º, 4º o 6º de primaria), en función de la información y el criterio del tutor del alumno (¿aunque haya demostrado estar mal de la cabeza?)
Así el tutor debería probar que el estudiante no ha alcanzado: 
1. las competencias básicas (Herminia condenó al alumno al ostracismo y falsificó los exámenes para intentar demostrarlo y aún así no lo ha demostrado) y
2. el adecuado grado de madurez. Último (y falso) clavo ardiendo al que Herminia se agarra al descubrirse las falsificaciones que realizó de los exámenes, sin embargo a su clase acude un niño de menor edad con alta capacidad de aprendizaje aunque sin la madurez de sus compañeros

¿Por qué condenar a Javier, un niño inteligente, a perder el curso y las amistades de su edad?
¿Por qué dañar su autoestima a los diez años por no ser capaces de enfrentarse a una maestra trastornada? 
¿Por qué crearle sensación de fracaso a pesar de haber sabido vencer  sobre las dificultades?

La directora, Begoña Criado, solo piensa en su sueldo. La consejera, Lucia Figar,en ser ministra (aun sin curriculum). Aguirre no tiene tiempo para cosas sin importancia como ésta.

yo confío en la Justicia.

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